La vida es esencialmente dolor; no existe un placer positivo, sino, como máximo, un cese temporal del dolor, que podría ser definido como placer negativo. Sin cesar recorremos, cual si estuviéramos condenados, un camino circular alfombrado de brasas.
Esta son palabras de Schopenhauer… El filósofo del pesimismo.
Puede que tenga razón y hemos vivido muchas experiencias que nos han causado dolor, sin embargo, creo que algunas experiencias dolorosas se podrían evitar.
Esta simple idea me vino cuando mi hijo comenzó a caminar. Él se concentraba en mirar sus pies descuidando los peligros a la altura de su cabeza, como el filo de la mesa. Era una experiencia que podría ser dolorosa, sin embargo, me vino la genial idea de advertirle, golpeando la mesa con mi mano y así haciendo ruido junto con mis palabras “mira, aquí está la mesa”, lo hacía una y otra vez hasta que daba señal de haber entendido. Y siempre estaba mi advertencia. Y me di cuenta que mis palabras evitaban algunas experiencias de dolor.
Así que lo acompañé de allí en adelante mostrándole la plancha prendida y muchas otras cosas más. Y me convertí en buscador de peligros en el hogar, y con palabras le indicaba cómo evitar el dolor. El peligro es real, el miedo es tu decisión…
Cuando él creció, me di cuenta que muchas cosas que le había enseñado no las había tenido en cuenta en sus decisiones. Y muchas otras, que por mi ignorancia no le mostré, las aprendió con el dolor.
Con la premonición podríamos evitarla, pero es una revelación tan poco frecuente, al menos conmigo, que prefiero en aprender de la palabra del viejo sabio, del libro sublime o de alguna fuente que evite la experiencia dolorosa. No todo se podrá evitar, pero serán menos de los que podrían haber sido.
Conclusión personal: El dolor es evitable en algunos casos. Enseña de tus experiencias, muestra el peligro aprendido y en todo esto, mantén al miedo lejos.
via dolorosa
Comparte esto...
HOLA!